Aletargados pasan
trenes interminables
de días que se pierden,
se mueren, se diluyen,
se hunden y se ahogan
en desiertos resecos
de lágrimas ocultas.
Poder medir...acaso...
la intensidad del tiempo.
la ansiedad sostenida
dolorosa, impertérrita.
La angustia que te moja
los ojos de locura.
La inquietud, la esperanza,
el temblor, la alegría
que te abrazan el alma
cuando acaba la espera.
1992.-
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