miércoles, marzo 10, 2010

El poema escarcea


El poema escarcea

se esconde, de desliza

se cuela en el resquicio

por donde mana el agua.

Ecuación encubierta

en circunvoluciones.

Explosión insondable

de genio iluminado.

2008.-

Soy...


Soy un brote de sombra

que en el silencio oculto de la noche

alumbra un suspiro.

2008.-

A Rocío...


En sus carnes más tiernas

clavó su garra blanda

y destrozó de un golpe

su psiquis y su alma.

2008.-

Caminaba...


Caminaba por el borde del abismo

como el mejor de los equilibristas

y soñaba con ser luna y amapola

y se dormía en la cumbre de la nada.


En las dunas desiertas de su cama

anidó alguna vez una ternura

que se secó por falta de cariño

y se murió aturdida de silencios.


Yo lo recuerdo con sus ojos húmedos

cerrados en la sombra de la noche

llorando un llanto seco y tembloroso

tratando de olvidar su nombre.

2008.-

No te extraño...


No te extraño...

Disfruto tu recuerdo renovado.

Cada encuentro, principio y fin...

Y un continuo permanente, inalterable...


Salto las vallas, vadeo los ríos,

me zambullo en abismos,

para verte detrás de la muralla,

que vas construyendo cada día.


Y que tu piel desmiente

Y que tu piel derrumba

por fugaces segundos,

hasta que viene el miedo.


Yo, como el Principito

que espera por el Zorro,

tiernamente te miro

revolcarte en la duda.

2004.-

Desolación...


Desolación...

Desolación y dolor

Tristeza y desolación

dolor y tristeza

Desolación

Falta aire

no alcanza...

Respirar profundo

y no poder...

boquear y no poder

Desolación

Imágenes grabadas a fuego

en las retinas, en la memoria.

Golpe en el plexo solar

se quiebra el esternón

se clava una hoja afilada

justo ahí, donde te tengo.

Desolación

Ausencia

Lejanía

Dolor . . . .

2004.-

A Lord Coventry



Ya nunca un manantial recóndito

recorrerá tus oscuras entrañas.

Ya nunca... aquella luz rojiza, vigilante,

coronará tu cúspide.

Ya nunca aquella blanca espuma

ha de borrar las huellas del pecado...

Ya nunca, tu rumor turbulento

romperá el silencio de la noche.

Te fuiste y yo te extraño

cuatrocientas razones de peso, nos separan.

2003.-

No se si...


No se si este verano ... o fuiste vos?

quien me puso la piel en estado de alerta.

Y blanquean jazmines en mi boca

y me tiemblan las manos... sin tocarte.


Cuando escucho tu voz, una paloma

se estremece en mi pecho...

atolondrada...


Quiero verte, que existas, que camines

por mi topografía con tu ojos

Siento en la piel un aire, constante,

permanente, de dulzura...


Saber que estás tan cerca...

presentir tu temblor y estremecerme

esperando un gesto tuyo de ternura.


2002.-

Yo amo...


Yo amo a un hombre duro.

Un hombre que tropieza, se cae,

se lastima y, solo, se levanta.

Y con los ojos limpios

mira para adelante.

Yo amo a un hombre entero

con un dolor profundo

de millones de siglos

en el fondo de su alma.

Ese dolor absurdo,

constante, insoslayable,

de vivir a trasmano.

Yo amo a un hombre hermoso,

su ternura me sume, me tiende,

me acorrala, en un letargo dulce

de palomas dormidas.

Yo amo a un hombre que a veces,

huye de mi y del mundo.

Me esfuerzo en alcanzarlo

y desgarro mis manos

en un intento inútil.

Yo amo a un hombre de veras

y lo perdí una noche, sin tiempo,

sin espacio, sin dolor y sin gloria.

Sus manos aun me encienden la piel,

cuando, en mi insomnio,

sueño con abrazarlo.

1998.-

Y mañana...

Y mañana...

Cuando ya no tengamos

el dolor en el pecho

ni este amor en el alma,

tal vez me veas pasar

con la mirada ausente,

perdida para siempre

en un punto invisible

justo atrás de tus ojos.

Y serás una sombra,

solamente una sombra.

Y seré solamente,

la sombra de tu sombra.

1997.-

Vivo con un ...


Vivo con un león viejo y mañoso.

Es emocionante, intenso, electrizante.

El día en que me comió la mano,

pensé que era un accidente;

pero cuando devoró mi pie,

empecé a preocuparme.

Nunca sé si voy a amanecer.

El miedo me hace andar en silencio

para no despertarlo.

Ya ni puedo cantar.

Para no despertarlo.

Su jaula está siempre abierta para mí,

pero por un extraño embrujo no puedo escapar.

Hoy me arrancó el corazón

y lo masticó un rato… antes de escupirlo.

Le faltan algunos dientes

y fue demasiado para él.


1997.-

Omar


Caléndulas, madréporas

pérgolas luminiscentes.

Esdrújulos portentos

de los megalomedios.

Ángeles cayendo de cabeza

en oscuros huecos de letrina.

Cabezas ciclópeas aplastadas

ojos colgando de costillas rotas.

Puños y botas que matan y condenan

la blandura fetal desprotegida.

Truculencia, reino del espanto,

mentira, falsedad, mirada huidiza.

Caléndulas, supurantes pústulas,

apretujadas miríadas de estrellas

en la lumbrera que atisbó tu muerte

Omar Carrasco, tu solitaria tumba.

1995.-

Soy un ente...


Soy un ENTE. Soy un gran cuerpo informe con miles de cabezas sin peso, sin sustancia. A mí me invocan siempre desde todos los palcos y banderas. Soy la conciencia intangible de miles ( de millones, quizás ), pero soy inasible y a veces siento que, poco a poco, me voy desvaneciendo. Cuando me borran de un plumazo, por decreto. Cuando me niegan y condenan al son del redoblante y a paso redoblado. Cuando me descuartizan buscando separar lo negro de lo blanco, lo fútil de lo eterno, lo bueno de lo malo. Soy un montón de sueños incumplidos, miles de niños nunca concebidos, miles de amores imposibles y truncados, la fantasía de viudas, solteronas y equivo-casadas, la crema y nata de la ideología, la generación que hoy gobernaría a este pobre país desmemoriado. Soy, y somos, y fuimos, y seremos el ideal llevado a la inconsciencia, la violencia que responde a la VIOLENCIA, David contra GOLIAT, un terrible, ancho y profundo agujero entre los dos lóbulos frontales. (Tal vez fue allí, en donde se perdieron los valores, los principios, la decencia, el compromiso). Somos adolescentes eternos... La mirada perdida en un futuro que se quebró de un golpe...¿Y qué hubiéramos sido?


Soy un Ente, un fantasma. Nos reclaman y llaman LOS DESAPARECIDOS.

1995.-

Esquizoide


¡Que atrevimiento! ¡Que insolencia! ¿Pero cómo se atreven a dirigirme semejantes agravios? ¡Insultar a MI madre! ¡Insultarme a MI! ¿Es que ni siquiera mi investidura les impone respeto y sumisión? Acaso mi poder, legítimo, incuestionable y absoluto... ¿No me fue otorgado democráticamente? ¿No fue, acaso, la voluntad de la mayoría poner su destino en mis manos? Pues entonces...¿Qué derecho les asiste para criticarme permanentemente? Si no son las Madres, son los jubilados. (Minorías insignificantes, por supuesto). Si no son los desocupados, son los estudiantes ( ¿Por qué no se dedican a estudiar ya que les doy la oportunidad, y dejan las protestas para los económicamente activos, que son los únicos ciudadanos de primera? ).

¿Y los medios? Ni hablar de los medios. Se van a hacer una fiesta con la noticia. Ya veo las primeras planas. Los uso, lo reconozco (Me halagan bastante y eso me gusta), pero con algunos ya no sé que hacer para pararles la mano. No se cansan de meterse en mi vida y la de mi familia, me condicionan, me limitan. Ni siquiera pude sufrir dignamente la muerte de mi hijo con millones de ojos pendientes de mí. Todavía no sé si lo he asimilado, pero no puedo mostrarme débil, soy la cabeza de este país. Soy fuerte, no puedo dar lugar a que me quiebren o me conmuevan con sentimentalismos de otras épocas, tengo que mantenerme firme e implacable, la realidad me lo demanda. Mi camino está trazado y nada se interpondrá para que llegue hasta el final. NADA. Es mi DESTINO y lo voy a consumar pese a quien pese Y CAIGA QUIEN CAIGA (Aunque los abrace sobre mi corazón).

1995.-

Gris y marrón





Era gris y marrón, casi de tierra. Para las ocasiones, azul (tierra bajo la lluvia). Era unos ojos tristes en el espejo de agua, entre el trapo rejilla y la plancha engrasada del churrasco. Eran las manos ásperas, calientes, coloradas y, a modo de manguito, el estropajo. Era el domingo a misa, la mujer en su casa, los ravioles de la vieja, la camisa planchada, los zapatos lustrados como espejos. Era, si, pero un día, refregando en la tabla el jean del mayorcito, descubrió la primera; y al día siguiente sacando telarañas, otras tres, y después otras diez cuando, para ducharse, se desnudó en el baño. Algunas rojas, otras amarillas, verdes, azules, livianas, suaves ( las plumas ), la cubrieron. Nadie la vio ( nadie la veía ). Después patas y pico, y de pronto, las alas. Aquella mañana en el balcón, parada en la baranda, animó un aleteo, y aprovechando una corriente cálida ascendente, levantó vuelo. Y se fue alejando suavemente, casi dulcemente, hasta perderse en la inmensidad fatal de su infortunio.

1995.-

Me exedí...


Me excedí, reconozco

(suelo excederme, a veces)

No se a que atribuirlo.

¿Hormonas o pasión?

La vehemencia me atrapa.

La impaciencia me mata.

¿Es justificativo?

¿O solo explicación?

Es que quiero abrazarte,

perderme entre tus labios,

darte mi corazón

de par en par abierto.

Que nuestras almas, juntas,

se encuentren sin temor.

Poder librarme entonces

del vicio de la rima

y decirte que te amo

sin mas complicación.

1994.-

Maria nació...


Maria nació en el campo
campo libre, campo abierto.
Pero Maria no sabía
lo que era la libertad.
La libertad del arado,
prolongación hecha carne
de los brazos de su padre.
La libertad de seguir
una línea recta y fina,
perdida en la inmensidad.
La libertad en el vientre
de su madre, que al soñar,
sigue pariendo palomas,
pedazos de libertad.
Y Maria eligió los libros
por ser libre y por soñar
con romper una atadura
con la tierra, y nada más.

1994.-