miércoles, marzo 10, 2010

Caminaba...


Caminaba por el borde del abismo

como el mejor de los equilibristas

y soñaba con ser luna y amapola

y se dormía en la cumbre de la nada.


En las dunas desiertas de su cama

anidó alguna vez una ternura

que se secó por falta de cariño

y se murió aturdida de silencios.


Yo lo recuerdo con sus ojos húmedos

cerrados en la sombra de la noche

llorando un llanto seco y tembloroso

tratando de olvidar su nombre.

2008.-

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